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Desperdicios de alimentos en Colombia y el rol de las empresas

En el mundo, cada año van a la basura 1.300 millones de toneladas de alimentos, es decir, un 30 % de lo que se produce para consumo humano. En América Latina, ese valor es superior al 34 %, unos 127 millones de toneladas (FAO, 2019). ¿Sabes cuántos son los desperdicios de alimentos en Colombia?

Pérdidas y desperdicios de alimentos en Colombia

Desperdicios de alimentos en Colombia: soluciones

En Colombia se producen anualmente 28 millones de toneladas de alimento para consumo humano. Sin embargo, no todo se aprovecha, parte se pierde y otra parte se desperdicia.

¿Cuál es la diferencia? Las pérdidas se generan entre las etapas de producción agropecuaria y de procesamiento industrial. Los desperdicios, entre las de distribución y consumo (FAO, 2012).

Pero estos alimentos no aprovechados no se distribuyen uniformemente a lo largo de toda la cadena de valor. Así, las pérdidas y desperdicios de alimentos en Colombia se ubican en los siguientes valores (Castañeda, Martínez y Puerta, 2016; FAO, 2019):

  • Producción: 40,5 %.
  • Procesamiento: 3,5 %.
  • Almacenamiento y pos-cosecha: 19,8 %.
  • Distribución y mercadeo: 20,6 %.
  • Consumo: 15,6 %.

Causas de los desperdicios de alimentos en Colombia

La cifra de los alimentos que no se aprovechan en Colombia es de aproximadamente 9.76 millones de toneladas, equivalentes al 34 % de la producción total (Castañeda, Martínez y Puerta, 2016; FAO, 2019).

Ahora bien, ¿por qué pasa esto? Algunas de las razones son (Castañeda, Martínez y Puerta, 2016):

  • Enfermedades y plagas.
  • Inadecuadas decisiones de producción.
  • Problemas derivados del cambio climático.
  • Falta de logística y tecnología.
  • Deficiencias en infraestructura y capacidad.
  • Distribución y mercadeo ineficientes.
  • Malos hábitos de consumo.
  • Falta de coordinación estratégica entre los sectores privado y público.

La sobreexplotación de recursos naturales

Este es un tema muy importante como causa de desperdicios de alimentos; pero es un problema mundial, no solo de Colombia.

Significa que utilizamos más recursos de los necesarios y, por ende, eliminamos más residuos de los que el planeta puede asimilar. Un tema que, además, está íntimamente ligado con la huella ecológica (Línea Verde, 2020).

Consecuencias de los desperdicios de alimentos en Colombia

En Colombia, las mayores pérdidas corresponden a frutas y verduras (6,1 millones de toneladas) y raíces y tubérculos (2,4 millones de toneladas). Entre ambos suman un 87 % (Castañeda, Martínez y Puerta, 2016).

Esto es un gran problema para el país, porque, según Agricultures (2017) y Castañeda, Martínez y Puerta (2016):

  • Las pérdidas y desperdicios representan costos significativos.
  • La agricultura es la industria que mayor uso de agua superficial y subterránea realiza.
  • La agricultura utiliza mucha energía a lo largo de toda su cadena. Por lo tanto, lo desechado se traduce en igual cantidad de emisión de gases de efecto invernadero.
  • Los alimentos desechados son residuos orgánicos que en su mayoría van a parar a vertederos o son incinerados. Esto no contribuye a la sostenibilidad ambiental.

Acciones para disminuir los desperdicios

La economía circular

La economía circular se basa en la eficiencia en el uso de los recursos. En esta, los residuos se convierten en recursos, es decir, servirán como materia prima.

Además, este tipo de economía es una gran generadora de empleo (Foundation Ellen MacArthur, s. f.).

Modificar los malos hábitos de consumo

No debemos confundir consumo con consumismo; este último es el que nos impulsa al sobreconsumo, a adquirir más bienes que los que necesitamos.

Las consecuencias de esto sobre nuestro planeta y sobre nuestra salud, son muy graves. ¿Qué podemos hacer?

Te damos algunas ideas para modificar tus hábitos y transformarte en un consumidor consciente y responsable (Buenos Aires Ciudad, s.f.):

  • El consumo ecológico: implica consumir todo aquello que no produce daño ambiental; también la reducción, la reutilización o el reciclado de los productos para disminuir el uso de recursos naturales.
  • El consumo ético: es valorativo, por lo tanto, te ayuda a discernir entre lo que realmente necesitas y lo que te impulsa la publicidad. Con este cambio, producirás menos desperdicios y menos contaminación.
  • El consumo social o solidario: es el que tiene en cuenta las relaciones sociales y las condiciones laborales. También se lo llama comercio justo; pagas lo justo por el trabajo realizado.

La economía colaborativa

La economía colaborativa es de particular interés para América Latina y, por lo tanto, para Colombia.

Esta nueva modalidad promueve la creación de redes de pequeñas empresas y la transformación de comunidades a partir del desarrollo de capacidades digitales y de tecnologías móviles.

De esta manera, casi cualquier ciudadano puede participar como oferente de bienes y servicios. Tendrá pocas barreras de entrada a cambio de una remuneración (Buenadicha, Cañigueral y De León, 2017).

Desperdicios de alimentos en Colombia: ecología industrial

La ecología industrial es una herramienta para contribuir con la sostenibilidad ambiental. Es de particular importancia para las empresas, ya que su concepto está basado en el apoyo a puntos específicos del Pacto Global de las Naciones Unidas (Admin, 2016).

La ecología industrial considera al sistema industrial como un ecosistema, donde todo está interrelacionado. Así, los deshechos de una industria sirven como materia prima a otra empresa.

El objetivo es, finalmente, el uso eficiente de los recursos, la mejora de la calidad de vida humana y la reducción de los impactos ambientales (Conexiónesan, 2016).

¿Quiénes realizan gestión y tratamiento de residuos en Colombia?

Cajicá, a 30 km de Bogotá, fue catalogado ejemplar por las Naciones Unidas en materia de gestión de residuos sólidos. Este municipio transforma más del 20 % del total anual de deshechos, utilizando prácticas de compostaje.

Lo hace a través de la lombricultura, que usa lombrices para la descomposición vegetal de los residuos de alimentos. Como resultado, se obtiene un abono rico en nutrientes y con bajos niveles de contaminantes.

Este puede ser utilizado como fertilizante orgánico (Redacción Medio Ambiente, 2017)..

El panorama con respecto a las pérdidas y desperdicios de alimentos en Colombia no es muy diferente al del resto de los países del mundo.

No obstante, eso se puede modificar mediante diferentes prácticas. Lo único que hay que hacer es implementarlas



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