Con el desarrollo industrial de la humanidad, han variado las dinámicas biológicas y químicas de la Tierra. A partir de la revolución industrial, consumimos recursos de manera exponencial y producimos muchos más residuos. Tal es el caso de los gases contaminantes (Pacheco, 2015).
Los gases contaminantes son residuos que se producen en estado gaseoso. Algunos de ellos son tóxicos para los humanos —según sus concentraciones— y muy contaminantes para los suelos y el agua. En el caso de los gases de efecto invernadero, estos modifican la química atmosférica y producen el calentamiento global (IPCC, 2014).
Las principales fuentes de contaminación atmosférica son los procesos industriales, la transformación de energía, la gestión de los residuos, la agricultura, silvicultura y otros usos de la tierra. Estas actividades son responsables de la emisión de:
De acuerdo con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia (2020), los óxidos de nitrógeno, el dióxido de carbono y el gas metano son corresponsables del calentamiento global.
Para entender mejor el problema ambiental, revisemos en detalle estos gases contaminantes.
El monóxido de carbono es uno de los gases contaminantes más peligrosos. A bajas concentraciones y con un tiempo de exposición corto, puede llegar a ser mortal para los humanos. Se produce por los procesos de combustión de gas natural, gas propano, gasolina y petróleo. Incluso puede generarse a partir de madera o carbón (CPSC, s.f.).
Para disminuir la probabilidad de emisión de este gas, se deben realizar mantenimientos periódicos a máquinas y motores.
El dióxido de carbono es el principal gas de efecto invernadero antropogénico (a causa del hombre).
Las principales fuentes de emisiones de CO2 son el uso de combustibles fósiles para medios de transporte, industria y creación de electricidad. Algunas acciones que pueden mitigar su impacto son (Pacto Mundial, 2017):
El gas metano es uno de los gases contaminantes de más alto impacto. Tiene hasta 72 veces mayor potencial de calentamiento global que el dióxido de carbono (IPCC, 2018). Sus principales fuentes de generación son las actividades agropecuarias, la generación y tratamiento de residuos sólidos, el tratamiento de aguas residuales y la producción o distribución de gas natural y petróleo (IDEAM, 2007).
Desde las empresas, se puede contribuir a la mitigación de las emisiones de metano implementando mejoras en equipos de producción, almacenamiento y transporte de gas y petróleo.
Si tu empresa está relacionada con actividades agropecuarias, puedes implementar sistemas de manejo y aprovechamiento del estiércol, así como prácticas de alimentación para los animales.
Finalmente, se puede trabajar en la reducción de la generación de residuos sólidos y de aguas contaminadas. Será una opción fácil y de gran impacto en la disminución de la emisión de este gas.
Es importante controlar las emisiones atmosféricas desde las empresas. Por un lado, los gases contaminantes son sinónimo de ineficiencia en los procesos. Por otro, repercuten negativamente en la salud humana y planetaria.
Por eso, se debe empezar por los inventarios de emisiones, que te darán un panorama amplio de los contaminantes que generas. Así podrás establecer mecanismos de mitigación y control de emisiones.
***
La responsabilidad ambiental no solo ayuda a cumplir con la ley, sino a ser más eficientes y relacionarnos mejor con el entorno. Esto permitirá contribuir a un desarrollo sostenible.
Generemos beneficios para la sociedad y el medio ambiente y no permitamos que la vida se vea amenazada por la actividad económica humana.
BIBILIOGRAFÍA.
Esta web usa cookies.