Frecuentemente escuchamos hablar de las emisiones de CO2 y de su papel protagónico en el cambio climático. No obstante, si nos preguntáramos acerca de qué tanto sabemos de ellas, cómo se producen o cómo podemos controlarlas, seguro nos faltarían muchas respuestas.
Lo cierto es que la realidad nos indica que somos nosotros, por las actividades que realizamos, quienes las originamos. Y, del mismo modo, quienes tenemos la responsabilidad de regularlas.
Dentro de los que llamamos gases de efecto invernadero (GEI), el CO2 es el más importante. Es un componente natural de nuestra atmósfera, pero que, en exceso, ocasiona serios problemas.
¿Quiénes generan ese excedente? Dijimos que todos. De hecho, las actividades realizadas por los colombianos representan el 0.57 % de las emisiones de CO2 (237 millones de toneladas) a nivel mundial (Redacción Medio Ambiente, 2019).
Sin embargo, los principales responsables son los diferentes sectores empresarios, donde algunos sobresalen más que otros.
Por ejemplo, el agropecuario ocupa el primer lugar, con el 55 %, le sigue el de minas y energía, con el 13 % y recién en el último lugar se ubica el residencial, con el 3 % (Ideam, 2019).
La contaminación comienza en la cantera, con la emisión de polvo; sigue en los hornos, con un gran consumo de energía eléctrica; finaliza en el proceso químico, done emite gran cantidad de CO2.
Esta industria origina aproximadamente el 8 % de las emisiones de CO2 del mundo (Rodgers, 2018).
Otro de los sectores que más huella de carbono deja es el de los alimentos. Basta que analices el ciclo de vida del negocio de un restaurante para apreciarlo con claridad.
Desde la producción de materias primas, el transporte, la elaboración de los diferentes platos, los servicios que ofreces, la gestión de los residuos, etc.
La actividad hotelera va a la par con los restaurantes y comparte con esta los primeros lugares en cuanto a emisión de GEI. Según lo que informa la Organización Mundial de Turismo (2018), esta actividad representa el 1 % de las emisiones globales.
Este sector es un gran consumidor de combustibles fósiles durante todo el ciclo productivo. Por ende, un importante generador de GEI (Agrositio, 2011; Borrás, 2018).
En Colombia, el 33 % del total de CO2 le corresponde a la transformación de suelo y deforestación y el 22 % al sector agropecuario (Ideam, 2019).
Este sector incluye la siderurgia y la metalmecánica, sectores que requieren cantidades importantes de combustibles fósiles. Además, un elevado consumo de energía eléctrica para la fabricación de sus productos (Borrás, 2018).
Afortunadamente, hay muchas acciones a tu alcance para mejorar la gestión ambiental en tu empresa. Algunas de ellas son (El Tenedor, 2018; Endesa, s. f.; Rey, 2016):
De este modo, te hemos presentado un amplio panorama con respecto a las emisiones de CO2. No obstante, no importa en qué sector se ubique tu actividad, pero sí lo que puedes hacer para revertirlo. Por lo tanto, depende de ti hacerlo.
BIBILIOGRAFÍA.
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