El mundo tomó consciencia sobre el derecho de cada persona de disfrutar del medio ambiente como pilar de su desarrollo. Esta es la premisa de los gobiernos que se reúnen a debatir sobre el desarrollo sostenible en las cumbres ambientales.
Las cumbres se definen como reuniones de alto nivel gubernamental para establecer el rumbo de las naciones sobre un tema específico (Redacción CNUMAD, s. f.).
A continuación queremos contarte sobre las principales cumbres ambientales que se han enfocado en solucionar la crisis energética mundial.
Las cumbres ambientales comenzaron en 1972, cuando se reunieron en Estocolmo para debatir sobre el desarrollo social y económico. A continuación, relacionamos las más relevantes para las energías limpias:
El séptimo objetivo del desarrollo sostenible se enfoca en garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna. Busca que las personas tengan acceso a la electricidad en todos los países para mejorar su calidad de vida.
El sector productivo se mueve actualmente con energía renovable y no renovable, pero los esfuerzos se encaminan a fortalecer las fuentes sustentables.
Se destaca que la energía es un factor que contribuye al cambio climático y representa el 60 % de las emisiones de gases de efecto invernadero (Redacción ONU, 2019).
A continuación te contamos cómo han influenciado las cumbres ambientales en la planeación de las empresas.
Las Naciones Unidas esperan que para el año 2030 la totalidad de la población tenga acceso a energía eléctrica. Se espera que la mayor porción de las fuentes sean renovables (Redacción ONU, s.f.2).
Las cumbres ambientales han impulsado en Colombia la transformación de la producción de energía eléctrica. Por eso el país cuenta actualmente con 294 proyectos en 25 departamentos enfocados en energías limpias.
Se destacan plantas solares, eólicas, pequeñas centrales hidroeléctricas y biomasa como fuentes energéticas sostenibles (López, 2020).
Los biocombustibles transformaron la industria energética al impulsar el aprovechamiento fuentes no tradicionales. Además de los tradicionales biocombustibles extraídos de cultivos vegetales, ahora se obtiene biodiesel del aceite usado de cocina.
En el año 2030 se estima que unos 8.300 millones de personas habitemos el planeta (Redacción ONU, 2017). Esto generará una fuerte presión por recursos naturales, entre ellos la energía, por lo que es prioritario prepararnos a tiempo.
Para evitar una crisis energética que afecte la estabilidad social, es crucial que las empresas desarrollen nuevos negocios con las oportunidades que ofrece la revolución energética.
Las cumbres ambientales han mostrado el direccionamiento general de las naciones. Ahora es momento para que las personas y las empresas orienten sus esfuerzos hacia el bienestar general.
BIBLIOGRAFÍA.
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