Contaminación ambiental, una mirada mas allá a las acciones diarias
Sabemos que la sostenibilidad es parte importante en tu vida. Buscas que tus acciones tengan menor impacto en el medioambiente.
Sin embargo, eres consciente de que siempre hay algo que mejorar, sobre todo si se trata de mitigar tu participación en la contaminación ambiental.
Todas las actividades humanas tienen impacto sobre el medio ambiente.
Con el consumo insostenible de los recursos naturales y el crecimiento exponencial de la población mundial, la generación de emisiones contaminantes responsables de la crisis climática agudiza las problemáticas relacionadas con la contaminación ambiental.
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Hay varias fuentes de contaminación en tu hogar. Dos de ellas son los desagües y las neveras.
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Por nuestros desagües se nos escapan grasas y detergentes que son sumamente contaminantes para los ríos y otros cuerpos de agua. en los detergentes existe un componente muy contaminante: los tensoactivos.
Este compuesto contribuye al aumento del pH del agua, causa eutrofización, disminuye el oxigeno disuelto en el agua, aumenta la presencia de cloro y genera espuma entre otros efectos físicos y químicos (Ruiz, 2010).
Por otro lado, las neveras (especialmente las mas antiguas) tienen en sus sistemas de refrigeración unos compuestos denominados HFC’s (hidrofluorocarbonados).
Estos compuestos químicos son supremamente contaminantes. Contribuyen al cambio climático y afectan la capa de ozono (Benavides, 2007).
Una parte de estos fueron controlados por el protocolo de Montreal, pero un importante grupo quedo fuera de este acuerdo.
Recordemos que los HFC’s tienen el potencial de calentamiento global de entre 124 – 14.800 veces el del CO2 (Solomon et al, 2018).
Adicionalmente, hay acciones que se cree que favorecen el cuidado del medio ambiente, pero en realidad no lo son en términos absolutos.
Conoce 5 contaminantes del agua que proceden de nuestro hogar.
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Si vamos más allá: la popularización de vehículos eléctricos y energías alternativas; consumir productos BIO y usar bolsas biodegradables, por mencionar algunos ejemplos, tienen en común que son ideas asumidas como mitigadoras de la contaminación ambiental.
Sin embargo, no son sostenibles o amigables con el medio ambiente per se.
Por esto, a continuación, te tenemos un consejo poderoso.
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Es necesario hacer una revisión profunda del origen de las materias primas, los procesos y los recursos necesarios para la fabricación de lo que consumimos a diario.
También, las distancias recorridas y los medios de transporte empleados en su distribución.
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Todos estos subprocesos tienen un uso y contaminación de recursos naturales como el agua, la degradación del suelo que impediría su uso en el futuro y emisiones atmosféricas relacionadas con el uso de energía.
Cada aspecto puede contribuir a la contaminación ambiental si no es hecho de manera responsable.
A la revisión de estos procesos se le conoce como Análisis del Ciclo de Vida (ACV) de un producto; lo que busca es estudiar el impacto de este, desde la obtención de las materias primas hasta la disposición final y reaprovechamiento.
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No se trata de que pases la vida haciendo ACV de todo lo que compras o consumes. Al final, se trata de tener conciencia de lo que implica tener, comprar o usar un producto.
Para esto, puedes ayudarte de los sellos certificadores de buenas prácticas para tomar decisiones informadas de manera sencilla.
Existen varios tipos de certificaciones. Por ejemplo, a nivel mundial hay algunos conocidos como el FCS y el Fair Trade.
Uno para maderas y papeles sostenibles, y el otro para comercio justo, respectivamente.
Incluso, Colombia tiene sus propios sellos. El Sello Ambiental Colombiano (SAC) del Ministerio de Medio Ambiente y el Sello Ecológico del Ministerio de Agricultura.
El SAC evalúa productos y servicios según criterios ambientales consignados en las normas técnicas colombianas (NTC) en 24 categorías como detergentes, empaques y aceites lubricantes, entre otros.
Por otro lado, el Sello Ecológico certifica que la producción agropecuaria cumple con criterios sostenibles en todos los aspectos productivos como el manejo y origen de semillas; cosechas, manejo de aguas y suelos, entre otros.
Con estas herramientas podrás seguir contribuyendo al desarrollo sostenible; incentivar a tu entorno y a las empresas a seguir haciendo las cosas bien.
Es importante analizar nuestras decisiones.
Ser conscientes y estar informados es la clave para disminuir nuestra contaminación ambiental.
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Si lo complementas con acciones que seguro conoces como las 3R, el compostaje, tener una dieta sostenible y preferir un transporte sin emisiones; ya habrás contribuido enormemente y tendrás Manos Verdes.
BIBILIOGRAFÍA.
– Faire Trade International (s.f.) Qué es fairtrade. Recuperado de: https://info.fairtrade.net/es/
– Forest Stewardship Council (FSC) (s.f.). Tipos de certificados FSC. Recuperado de es.fsc.org
– International Standardization Organization (ISO) (s.f.). ISO 14040:2006(es). Gestión ambiental — Análisis del ciclo de vida — Principios y marco de referencia. Recuperado de www.iso.org
– Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia (s.f.). Sello Ambiental Colombiano. Recuperado de www.minambiente.gov.co
– Ministerio de Agricultura de Colombia (s.f.). Sello Ecológico. Recuperado de www.minagricultura.gov.co
– Ruiz, Francisco, 2010. Comportamiento ambiental de tensoactivos comerciales aniónicos y no iónicos. Universidad de Granada. www.ugr.es. Recuperado de www.researchgate.net
– Solomon, susan et al, 2018. Informe técnico grupo de trabajo I. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático IPCC. www.ipcc.ch. Recuperado de www.ipcc.ch
– Benavides, Henry – Leon, Gloria, 2007. información tecnica sobre gases de efecto invernadero y el cambio climático. Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales – IDEAM. www.ideam.gov.co . recuperado de www.ideam.gov.co
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