Todos los días recibimos alguna noticia relacionada con el cambio climático y el punto de partida es siempre el mismo: la emisión de gases de efecto invernadero (GEI).
Por ese motivo, la reducción de esa emisión es uno de los objetivos prioritarios de gobiernos y organismos internacionales; y los biocombustibles es una de las herramientas para conseguirlo.
Hace más de 200 millones de años, las plantas y los animales que habitaban nuestro planeta fueron cubiertos por diversas capas de sedimentos.
Luego, las altas presiones, las temperaturas y la acción de microorganismos comenzaron un proceso de descomposición. Como resultado, surgieron lo que hoy denominamos combustibles fósiles (Rincón Educativo, s.f.).
Los biocombustibles, por su parte, también tienen su procedencia en la biomasa; es decir, la materia orgánica de origen vegetal o animal (Beta Analytic 2020). Sin embargo, tienen una diferencia que a continuación te vamos a explicar.
Las plantas, para crecer y desarrollarse, toman dióxido de carbono del aire (CO2) y eliminan oxígeno (O2); este proceso se llama fotosíntesis.
De esta manera, el dióxido de carbono que se encuentra en el aire es absorbido por las plantas; luego, mediante transformaciones químicas, pasa a formar parte de la estructura de otras moléculas más complejas que forman la biomasa.
Podemos utilizar biomasa para producir energía. Cuando esto sucede, las moléculas se descomponen y el CO2 se libera a la atmósfera en forma de gas (Agricultura Moderna, 2017; Rincón Educativo, s.f.; Pietronave, s.f.).
Sin embargo, en el caso de los biocombustibles, el CO2 liberado a la atmósfera es nuevamente utilizado por otras plantas casi al mismo tiempo.
¿El resultado?
No hay un excedente que quede en la atmósfera y contamine. (Pietronave, H, s.f.).
Eso diferencia a los biocombustibles de los combustibles fósiles. Los primeros se queman para producir energía, liberan CO2 y este vuelve a ser reutilizado para producir biomasa. En cambio, cuando se quema un combustible fósil, ese CO2 no se vuelve a utilizar para producir biomasa y se genera un excedente de CO2.
Tomemos un ejemplo. Un árbol, a medida que crece, toma CO2 del aire. Cuando se tala y se lo utiliza para producir energía, se genera un proceso inverso; libera CO2.
Pero ese CO2 es nuevamente utilizado por otro árbol en crecimiento. De este modo, el balance de CO2 es neutro. Esto es lo que ocurre con los biocombustibles.
Diferente es el caso de los combustibles fósiles como carbón, gas o petróleo. Aquí, el CO2 liberado no vuelve a ser reutilizado para renovar la biomasa que le dio origen; para eso, tendrían que pasar millones de años.
Entonces, en este caso no hay un balance, sino un excedente de CO2 que queda como parte de los GEI.
Por ese motivo, también se define a los biocombustibles como recursos renovables y a los combustibles fósiles como recursos no renovables.
Los biocombustibles más utilizados en la actualidad son el etanol y el biodiesel. El primero es un alcohol que se obtiene del azúcar de ciertos cultivos (maíz, caña de azúcar, remolacha azucarera); se usa en motores nafteros.
El segundo, se elabora a partir de aceites o grasas vegetales; se usa en motores diésel (Pietronave, s.f.; Permingeat, s.f.).
Para que puedas valorar la importancia de los biocombustibles en la sostenibilidad ambiental, te vamos a mostrar dos ejemplos.
Esos dos casos muestran algunos de los beneficios derivados del uso de biocombustibles; pero hay más (Beta Analytic, 2020):
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En particular, es considerado uno de los principales instrumentos para la reducción de los GEI.
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En comparación con el diésel derivado del petróleo, el biodiesel tiene más ventajas; ya que emite (Agricultura Moderna, 2017):
Por otra parte, el biodiesel tiene las siguientes particularidades (Tejada Tovar y et al, 2013; Pietronave, s.f):
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Es obtenido a partir de la biomasa, también contribuye a (Red Agrícola 2017):
Los biocombustibles se clasifican en 3 grupos. Estos son :
Según los especialistas, los biocombustibles de segunda generación son los que impactan más favorablemente sobre el ambiente; son los que generan menores GEI (Beta Analytic, 2020).
Como habrás apreciado, los aportes de los biocombustibles a la sostenibilidad son considerables; y un incentivo para aquellas compañías que desarrollan sus actividades bajo el concepto de Responsabilidad Social Corporativa.
Los programas de las organizaciones basados en la Responsabilidad Social Corporativa, impactan directamente en todos los aspectos de la sostenibilidad; es decir, en los económicos, en los sociales, en los ambientales y en los culturales. En el caso particular de los biocombustibles, lo hace de varias maneras:
Sobre este punto ya hemos hablado bastante, no obstante, vale volver a remarcar su importancia:
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Para concluir, los derivados del petróleo representan el 80 % de los combustibles que se usan en el mundo; no obstante, los biocombustibles, sobre todo por los beneficios que producen en aspectos ambientales, cada vez adquieren más importancia.
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Entonces, ahora que los conoces, ¿no crees que es un buen momento para comenzar a utilizarlos?
BIBILIOGRAFÍA.
Agricultura Moderna (2017). BIOCOMBUSTIBLES, UN APORTE PARA CUIDAR EL MEDIO AMBIENTE https://www.agmoderna.com.ar/conservar-la-energia/biocombustibles-un-aporte-para-cuidar-el-medio-ambiente/
Beta Analytic (2020). ¿Qué son los biocombustibles? Recuperado de https://www.betalabservices.com/espanol/biocombustibles/sobre-los-biocombustibles.html
Cavieres Korn, P. (2008). Biocombustibles de Primera Generación. Revista Industria. Recuperado de http://www.emb.cl/
Energía Estratégica (2014). Empresas de Biodiesel apuestan por la responsabilidad empresarial y el cuidado del medioambiente Recuperado de https://www.energiaestrategica.com/empresas-de-biodiesel-apuestan-por-la-responsabilidad-empresaria-y-el-cuidado-del-medioambiente-2/
FAO (s.). Efectos de los biocombustibles en el medio ambiente. BIOCOMBUSTIBLES: PERSPECTIVAS, RIESGOS Y OPORTUNIDADES 63. Recuperado de http://www.fao.org/3/i0100s/i0100s05.pdf
Fernández Muerza, A. (2008). Biocombustibles de segunda generación. Eroski Consumer. Recuperado de https://www.consumer.es/medio-ambiente/biocombustibles-de-segunda-generacion.html
Permingeat, H. (s.f.). Biocombustibles de segunda generación: un buen fichaje para el campo argentino. AAPRESID. Recuperado de https://www.aapresid.org.ar/blog/biocombustibles-de-segunda-generacion-un-buen-fichaje-para-el-campo-argentino/
Pietronave, H. (s.f.). BIOCOMBUSTIBLES (informe de referencia). Recuperado de https://inta.gob.ar/sites/default/files/script-tmp-biocombustibles_informe_de_referencia.pdf
Red Agrícola (2017). Energía. Lo básico para entender el biogás. Recuperado de https://www.redagricola.com/cl/lo-basico-entender-biogas/
Rincón Educativo (s.f.). Introducción: ¿Qué es y de dónde proviene el petróleo? Recuperado de http://www.rinconeducativo.org/es/recursos-educativos/introduccion-que-es-y-de-donde-proviene-el-petroleo
Tejada Tovar, C. y Otros (2013). OBTENCIÓN DE BIODIESEL A PARTIR DE DIFERENTES TIPOS DE GRASA RESIDUAL DE ORIGEN ANIMAL. Luna Azul ISSN 1909-2474 No. 36, enero – junio 2013 ©Universidad de Caldas. Recuperado de http://www.scielo.org.co/pdf/luaz/n36/n36a02.pdf
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